martes, 26 de febrero de 2013

¡Me presento!


Recuerdo perfectamente el día en que Txomin, el gerente de Urunsael S. Coop., mi jefe, entró en mi despacho hace dos semanas y me dijo “Josu, Urunsael se está resquebrajando:  ¡En Brasil hacen lo que les da la gana!”. Podía suponer a qué se refería: desde que Urunsael decidiera expandirse al mercado brasileño, las cosas no han hecho más que empeorar.

Nuestra empresa, hasta hace poco, era una empresa de 40 socios trabajadores, todos nos conocíamos y nos entendíamos; pero hace algunos años empezamos un duro proceso de internacionalización, cuando todo era expandirse por el mundo. Al abrir la planta de Brasilia, perdimos la buena comunicación que tuvimos hasta entonces. No es culpa de la gente, todos son muy profesionales, pero trabajamos de manera diferente. Pronto nos dimos cuenta que eso de la expansión es más que montar plantas productivas en lugares remotos. La empresa es única, y debe seguir siéndolo.

Dejé el bolígrafo –sí, estaba despistado jugando con él–, y me recliné en la silla, desconcertado. “No entienden que en Urunsael las cosas se hagan de esta manera. El responsable de la planta de Brasil me ha retado a que vaya y lo haga yo mismo. Ante eso, el consejo rector me ha respondido que tenemos un plazo de cuatro semanas para  lograr un entorno de trabajo conjunto” –Txomin habla muy bien, le envidio–.

Me habló de unidad, del futuro, de lo grande que es Brasil, de lo bonitas que son sus playas, de rentabilidades, de trabajo en red, de gestión de recursos humanos, de expansión… Cuando terminó, respondí “Impresionante, pero yo soy el jefe de producción de aquí, de Oñati, ¿qué pinto yo ahí?”. “Primero de todo, tu puesto ya no es ‘jefe de’, sino ‘responsable de’. El mundo cambia y no hablamos de jefes ni trabajadores, sino de responsables y equipos: has de coordinar los equipos de allí y de aquí en las fases de producción. Básicamente, hacer de Oñati y Brasil una sola unidad”, dijo sin respirar.

Un reto. ‘Coordinar’, ‘equipos’ y ‘responsables’. Y así me dejó –solo ante el peligro–. ¡Calma Josu!: en una primera reflexión –andaba avispado aquel día–, identifiqué los problemas que padece Urunsael después de que empezase a internacionalizarse:

1) No logramos transferir el conocimiento de Oñati a Brasil. No nos sentimos unidos, no hay un sentimiento de pertenencia y no trabajamos en equipo.

2) No logramos generar la ventaja competitiva que aquí obtenemos gracias a una buena coordinación del personal. Falla la comunicación: lo que antes se hacía cara a cara o por teléfono, ahora no lo hacemos.

3) El feedback del país de destino es difuso, y no logramos adaptar nuestra forma de trabajar a las exigencias del mercado brasileño. En esencia, la información no llega a los destinos a tiempo.

Pronto confirmé que no andaba despistado, y que no eran problemas exclusivos nuestros.

Mi trabajo es ahora encontrar una solución a estos retos. Y de ahí es precisamente de dónde nace este blog, josutrabajaen2punto0.blogspot.com.es, con una sincera vocación didáctica: para que con vuestra ayuda, lectores míos, podamos encontrar las claves para que todos rememos en la misma dirección. ¡Bienvenidos!